12 de noviembre de 2008

La eterna espera

El desierto de los tártaros. Dino Buzzati
Editorial Gadir. 271 páginas. 18 euros

Primero fue un amigo, luego otro. Más tarde encontré una crítica en un suplemento literario, otro día sonaba su nombre en la entrevista a un escritor que admiro, y definitivamente me encontré con que Jorge Luis Borges lo colocaba entre sus imprescindibles. Todos hablaban del escritor italiano Dino Buzzati, y una y otra vez salía a relucir su obra maestra, “El desierto de los tártaros”.

Busqué el libro, lo abrí cuidadosamente y desde el primer párrafo entendí el porqué de tanta defensa a ultranza y apasionada. Uno no es nadie para catalogar algo de obra maestra, pero si me pidieran unas cuantas obras imprescindibles, ésta sería sin duda una de ellas. De qué va el libro: de todo y de nada, de la vida, de los sueños rotos, de lo más pequeño e intangible, y, sobre todo, de la larga espera, de esa inquebrantable esperanza que nos hace aguardar siempre los milagros.

Una fortaleza en mitad de ninguna parte y una mirada que se pierde en el horizonte, y en medio la vida de alguien a quien el azar lleva en volandas hacia el destino que le tiene asignado. No cabe rebelión ante la evidencia, pero tampoco penitencia y resignación. Mágicas palabras, sabias reflexiones y un halo de magia que recorre cada una de las páginas. No había leído nada de Buzzati. El que ya se haya acercado a su obra con anterioridad sabe que es inevitable la vuelta. Yo ando como loco tratando de hacerme con todo lo que escribió. Les invito a ustedes a que también descubran esta maravilla literaria. El protagonista, Giovanni Drogo, acabará convertido en un personaje tan eterno e imprescindible como Gregorio Samsa, Julien Sorel o Madame Bovary.

10 comentarios:

Treinta Abriles dijo...

Muy buena recomendación para estos tiempos que corren.

Acabo de recordar algo. Si no lo habeis hecho ya, intentad ver: "La Mejor Juventud". Es una miniserie de la RAI que a España llegó como dos películas de tres horas en versión original. Sólo los cine "Conde Duque" la proyectaban. Y con esto que os he contado, de haber sido consciente de ello, jamás hubiese entrado a verla, por "rarita" y me hubiese perdido a una inagotable fuente de personajes, sentimientos, recuerdos... inolvidables. Para mí, es la mejor qu he visto.

El DVD si fue muy promocionado en el FNAC.

Me encantaría que la viéseis y que la comentásemos un día.

Editor dijo...

Vi la película en su momento y efectivamente engancha y seduce en cada uno de sus planteamientos y sus secuencias. A veces cojea un poco y se le va mano hacia el folletín, o hacia una cierta salida fácil, pero la impresión que queda cuando la ves es muy positiva, sobre todo la historia de quien se convierte en policía y se ve, creo que es en Sicilia, en los territorios de la mafia; pero de fondo hay una mirada hacia atrás bastante sincera. Eso sí, sé que estarás de acuerdo conmigo, a años luz de esa maravilla que es Cinema Paradiso

Juanjo dijo...

Gracias por la recomendación, buscaremos incansables...

¿Alguien vio ayer en el canal 24 horas, la entrevsita a Donna Lewis? Me quedo con esto que dijo: "No publico mis libros en italiano, porque soy una americana, viviendo en Italia, que critica a Italia" Pensé, triste, que qué malo es que se te suba la fama a la cabeza. Espero que Buzzati no peque del mismo error.

Treinta Abriles dijo...

Bueno... cada una en su medida. No olvidemos que era una miniserie y Cinema paradiso... es una obra maestra.

Pero para mí la sigue muy de cerca. Quizá descubriese que, en ese policía, había mucho de mí y de repente descubrí cosas que no sabía.

Hay veces que el destino te habla de las maneras más extrañas.

Por cierto, Santiago, eran dos partes ¿Viste la segunda también?

Editor dijo...

Vi las dos partes. Me gustó mucho más la primera, cuando el personaje principal vive su primer enamoramiento y apuesta por cambiar el mundo y su propio destino. Sorprende luego su evolución personal, pero eso nos pasa a casi todos, que empujamos para un lado y el azar nos lleva para otro, y claro, tenemos que saber navegar para no zozobrar en ninguno de los dos lados. Él, al final, termina naufragando, o más que naufragando saltando al vacío, a la nada.

Editor dijo...

No vi la entrevista a Donna Lewis, pero supongo que rastreando por la web de TVE podré dar con ella. La buscaré. Un abrazo

Treinta Abriles dijo...

Pero yo creo que te equivocas. Mateo es el personaje más impactante, pero el principal es Nicola. Él es el verdadero héroe de la historia, el que sabe agarrar fuerte el timón en la tormenta, el que triunfa, el que se adapta, el que gana...

A Mateo le pueden los sentimientos. El chico sensible y tímido que lee para olvidar su vida y se mete en el ejército para no decidir, para que le manden, para no ser responsable... El que huye del dolor, siendo incomprendido por todos, el que se rompe pareciendo violento, porque es su forma de escapar. Su sufrimiento no le servía de nada porque era incapaz de verlo desde fuera.

Coincido contigo en que la primera parte estaba llena de esperanza, éran jóvenes, el futuro abierto... la segunda es el desenlace. Como la vida misma...

Editor dijo...

Tienes razón con lo de Nicola (no recordaba los nombres de los protagonistas) como personaje principal, pero a mí siempre me tiran más los perdedores y los desnortados de todas las historias, y yo creo que ahí es Mateo quien se queda en fuera de juego, quien no se acaba pareciendo a todo el mundo, y además ese cambio es brutal, inesperado.

Treinta Abriles dijo...

Si, a mí me pasa lo mismo... Creo que a todo el mundo. Es muy fácil enamorarse de un Mateo, intentar domar al indomable...

Maldini dijo...

¡Salú, maestro!

Sobre Buzzati, debería estar de acuerdo contigo. Se me recordó mucho la atmósfera de La Metamorfosis, y me dieron gansa de cortarme las venas.

Igualmente porque no pude terminar El desierto de los Tártaros: me sobran excusas para el suicidio y me falta tiempo para leer.

O sea, que sí deber ser uno de los grandes libros de la literatura, mas que sea por el hecho de que a mí no me lo parece.

Pero se salvará por tus interpretaciones, como el de la madame esa. Sólo por tu microrrelato acepto que se haya escrito.