9 de noviembre de 2008

Pablo Milanés

Hay canciones que evocan ternuras y que remueven nostalgias, incluso nostalgias de historias que uno ni siquiera ha vivido. A mí me pasa eso con muchas canciones de Pablo Milanés. Supongo que es porque forman parte de aquellas composiciones musicales con las que atravesamos la adolescencia y la primera juventud, todas esas melodías que conforman la banda sonora de nuestros primeros amores, de amigos inolvidables y del descubrimiento del sexo, el alcohol, las noches largas, la poesía y todo lo que uno luego trata de mantener a salvo en la vorágine laboral que nos atrapa tarde o temprano.

Las versiones que he encontrado por Youtube no están muy allá, pero con ellas creo que puedo compartir lo que Pablo, y el resto de cantautores de entonces, supuso para mi generación. Les dejo con esa maravilla que es Para Vivir, una historia de amor que entonces no entendíamos, pero que luego resulta que es lo que le suele terminar sucediendo casi siempre a las historias de amor cuando se cruza el tiempo y sobrevienen las monotonías y las hipotecas.

También he encontrado Sábado Corto, en una lejana versión cantada por Pablo y Silvio. Era bella entonces porque de alguna manera nos contaba a nosotros mismos. Eso es lo que nos acercaba a estas canciones, su capacidad para retratar las historias que nosotros mismos estábamos protagonizando. Y, claro, esas historias reaparecen de inmediato al primer acorde, aun con toda la pátina que le ha echado encima el tiempo y el olvido.

Y por último, les dejo con El breve espacio en que no estás, interpretada por Pablo Milanés y Víctor Manuel, otro grande, como persona y como cantante, a quien tuve la suerte de conocer y de tratar de cerca. Buen domingo. Que los melancólicos no se me vengan abajo. Esto es sólo un juego que dura lo que dura la música. Después tendrán que volver.





1 comentario:

Anónimo dijo...

Me alegra recuperar del tiempo esta musica,que tantos recuerdos me traen.
Me hacen pensar en el amor como en un estado de gracia.No un medio para nada.
Si no en un origen y un fin en sí mismo.
Gracias