6 de diciembre de 2008

La bailarina

A la primera bailarina le diagnosticaron un esguince de tobillo tres horas antes del estreno. Por lo visto bajaba unas escaleras y dio un mal paso mientras la vecina del quinto discutía zafiamente con su marido. Ella siempre pensó que la culpa de todo la tuvo la vecina con sus gritos: sus músculos estaban acostumbrados sólo a Chaikovski y a Prokofiev.

2 comentarios:

Treinta Abriles dijo...

Y, seguramente, la bailarina tenía razón.

Jamás sabremos las consecuencias reales, que una acción nuestra pueda tener. Es posible que seamos incapaces de, siquiera, intuirlas.

Anónimo dijo...

Me has inventado
y yó creo en ese cuento
que comienza en la margen izquierda
de tu boca universal y perversa.

ELSA LÒPEZ.