3 de diciembre de 2008

Los nísperos

Los nispereros ya no son saqueados por los niños. Van pasando las semanas de marzo y abril y uno ve cómo los nísperos se pudren en los árboles sin que aparezca nadie a darse un festín. Yo de niño recuerdo pocos momentos tan memorables como las mañanas que andaba encaramado en los nispereros. El níspero es una fruta para los furtivos y los aventureros, pero presiento que los niños de este siglo veintiuno están confundiendo la aventura con la videoconsola. Y sin saberlo, están dejando de saborear su propia infancia: el almíbar del que luego se alimentan los recuerdos.

4 comentarios:

Treinta Abriles dijo...

En el mío nos subíamos a comer las moras y la flor del "pan y quesito". Tambien chupábamos la flor azul de los "chupamieles" y los hinojos y las raíces del palulú. Mi favorita: "el fruto de la zarzamora", rodeado siempre de peligrosas espinas.

Cierto que, con el tiempo, las madres empezaron a meternos miedos, como que no debíamos coger los cercanos a los caminos por si tenían insecticidas o habían echado algún residuo encima de la planta.

Ahora, como tu dices, la aventura está en la PSP.

Esa no te mata o lo hace más lentamente...

Editor dijo...

Y además tampoco nos deja ningún sabor para cuando toque sentarnos a recordar. Ganas o pierdes, y ni siquiera eso es del todo verdad. Todo queda en lo virtual y en los aséptico.

Treinta Abriles dijo...

Cierto. ¿Qué olores y qué sabores se van a evocar?

Juanjo dijo...

Posiblemente, Treinta abriles, el de las galletas que comen mientras guían al personaje de turno hacia su destino. Hay que reconocer que algunas piezas que parecen una película con un argumento bien elaborado, pero la inmensa mayoría ofrece un entretenimiento sencillo y, aparentemente sin riesgo.

Afortunadamente, mi hijo, a pesar de ser un aficionado a la Wii, también tiene las rodillas llenas de cicatrices como las tenía yo con su edad. Los padres somos los que deberíamos enseñar a los hijos que una gran variedad para encerrarse en sólo una tarea.