10 de febrero de 2009

Infidelidad

Cuando registraron el cadáver sólo llevaba dos mil pesetas, el carné de identidad, las llaves de su casa y un boleto de la lotería primitiva que acababa de sellar antes de cruzar el paso de peatones. Su mujer dice ahora que él siempre jugaba para ver si podía dejar de trabajar, que era un gandul y un zángano; se conoce que le quería poco. Al final los números salieron y es ella la que hoy vive como una marquesa. Sólo hubo dos boletos premiados y los dos casualmente en la misma ciudad. Él había jugado con los números de aniversario de su amante: su cumpleaños, el día que se conocieron y todas esas cosas. Las dos mujeres se hicieron la foto juntas, sonrientes y una al lado de la otra como hermanas del alma. La amante estaba de viaje cuando lo del atropello y pensó que el otro se había rajado. La otra nunca supo que su riqueza le era infiel.

6 comentarios:

Treinta Abriles dijo...

¡Que va! ¿Riqueza e infidelidad?

Si hay algo que no tiene nombre, ni dueño, que no conoce de familia, ni amistad, ni amor... es el dinero.

Anónimo dijo...

pobres amantes simpre dandolo todo y siempre solas.

Una pena...

Anónimo dijo...

En este caso las amantes ganan, ninguna de las dos parecen extrañarlo demasiado. Y encima... ojos que no ven, corazón que no siente.

Anónimo dijo...

Curioso como defines a su mujer como.. la otra. Pero una gran verdad, cuando se tiene una amante, lo de casa queda en segundo plano. La novedad es lo que prima.

Anónimo dijo...

Te seguiré por siempre,callada y fugitiva,
por entre oscuras calles molidas de nostalgia,
o sobre las estrellas sonrreidas de ritmos
donde mecen su historia tus más hondas miradas.

Mis pasos desatados de rumbos y fronteras no encuentran las orillas que a tu vida se enlazan.
Busca lo ilimitado mi amor,y mis canciones de espalda a los estático,irrumpen en tu alma.

Apacible de anhelos,cuando el mundo te lleve,me doblaré el instinto y amaré tus pisadas; y serán hojas simples las que iré deshilando entre quietos recuerdos,con tu forma lejana.

Atenta a lo infinito que en mi vida ya asoma,
con la emoción en lo alto y la ambición sellada,
te seguiré por siempre,callada y fugitiva,
por entre oscuras calles,o sobre estrellas blancas.


Poema de Julia Burgos.

Editor dijo...

Qué maravilla que cites a Julia de Burgos. La editorial La Discreta sacó el pasado año la primera parte de una gran antología sobre su obra. Vivió intensamente y murió de la manera trágica y olvidada que suelen morir muchos malditos, lejos de su paraíso de Puerto Rico, alcohólica y abandonada en las calles más sórdidas de Nueva York.