Los excrementos son los primeros que van a dar a la mar, que es el morir, como decía el poeta, de una forma mancomunada e igualitaria. Los detritus no hacen más que ensayar a diario en las alcantarillas de todas las ciudades del mundo la escena final de nuestras propias existencias.
1 comentario:
¡Ni me lo digas! Que soy muy aprensiva para estas cosas...
Mira, ojos que no ven...
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