Cuando desaparece el cuerpo, la materia, te quedas soñando eternamente. Por eso en los sueños es donde único entramos en contacto con los que se nos fueron.
4 comentarios:
Anónimo
dijo...
Te quedas soñando eternamente... suena tan bonito, que hasta miedo da.
El miedo, no lo olvides, cambia los sueños por pesadillas, pero también forma patte del inconsciente. De lo que hagamos en el día a día dependerán luego nuestros sueños, los de cada noche, y probablemente también los otros, los eternos, los que no volveremos a recordar despiertos.
Y ese lugar de encuentro quizás sea el real, el que palpamos con sólo pensar en ello. Yo vivo para soñar, por eso es el sueño de una noche lluviosa de invierno.
4 comentarios:
Te quedas soñando eternamente... suena tan bonito, que hasta miedo da.
El miedo, no lo olvides, cambia los sueños por pesadillas, pero también forma patte del inconsciente. De lo que hagamos en el día a día dependerán luego nuestros sueños, los de cada noche, y probablemente también los otros, los eternos, los que no volveremos a recordar despiertos.
¡Claro que da miedo!
Por eso se le rezaba a los Ángeles para que fuesen guardianes de los niños durante la noche.
Y ese lugar de encuentro quizás sea el real, el que palpamos con sólo pensar en ello. Yo vivo para soñar, por eso es el sueño de una noche lluviosa de invierno.
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