27 de marzo de 2009

Las nubes

Las nubes también pasan camino de la nada.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Y la nada lo mueve todo...En esas nubes nos perdemos. La nada siempre.

Un abrazo Santiago.

Alhucema dijo...

Y, a veces, se convierten en lluvia.

Un saludo,

Inma

Editor dijo...

Partiendo de esa nada, Ángel, uno puede derribar cualquier barrera en esto que se supone que es algo y que llamamos vida. O de esa misma nada llega una lluvia mansa, como dice Inma, que reverdece el paisaje y nuestra propia imaginación.

Lunática dijo...

Preciosas palabras...
Siempre soñé ser nube, ser blanda y abrir los brazos y las piernas coordinadamente y volar. Fundirme y ser cielo, ser aire que va de un lado hacia otro, rozar el mar y condensarme, esparcirme y nacer de nuevo. Acompañar al sol y jugar con él en perfecta armonía, con sus colores y su calor. Luego, la noche y su cortejo de estrellas y su luna. Jugar al escondite: ahora te veo, ahora no...
Ser nada, ser nube, ser lluvia... ser.

Editor dijo...

Muy bonito lo que has escrito, Lunática. No dejes de ser nube si es lo que realmente sueñas que quieres ser. Al fin y al cabo nos movemos en el mismo universo. Y al final, al paso de unos miles de años, seremos igual de etéreos y de vaporosos. También las formas extrañas que hemos adoptado se difuminarán en el mismo cielo. Por lo menos las nubes son más proteicas y menos previsibles que nosotros.

Fénix dijo...

Estoy totalmente de acuerdo con Santiago. Preciosas esas letras que nos has regalado.