21 de abril de 2009

Cassetes

Cuando hace veinte años grababa las canciones en esta casete pensaba que me acompañarían durante toda mi vida. Hoy la he puesto en el aparato de música y apenas se entendía nada. Me han dicho que es lo que pasa con las casetes, que se borran solas cuando les da la real gana y transcurre mucho tiempo. No deja de ser algo semejante a lo que les ocurre a muchos viejos. Todo se termina volviendo olvido y nebulosa, incluso aquellas melodías que nos parecían eternas e inolvidables.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ese paso del tiempo muchas veces es incontrolable. Pretendemos rendir de la misma forma cuando, por lo que nos rodea, nos parece que ya el tren se nos pasó. Pero la esencia de esa sabiduría que los mayores aportan jamás podrá ser aniquilado.

http://www.youtube.com/watch?v=J0s3Z8ufd_I

Un abrazo Santiago.

Alhucema dijo...

Yo hace tiempo que descubrí que el mejor modo de conservar aquellas cosas que amamos es guardándolas en el corazón. No hay otro sitio mejor...

Besitos,

Inma

Editor dijo...

Uno firmaría hacerse mayor como esa Katherine Hepburn del Estanque Dorado. Y al mismo tiempo, lo daríamos todo por poder reservar un lugar que estuviera a salvo en nuestro propio corazón donde no llegara el daño ni el olvido.