Los golpes de mar, y he tenido la suerte de ver muchos atardeces a lo largo de todo el Mediterráneo "De Algeciras a Estambul, para que pintes de azul, sus largas noches de ivierno", te modifican, es cierto. Un beso en su orilla es otro tipo de beso. Cada golpe, cada ola rota en la orilla, se han llevado algo de mí, pero también me han añadido partes nuevas con las que estoy más que feliz.
Completamente de acuerdo contigo: el mar nos da tanto como nos quita. Lo bueno es que al final, como dicen los pescadores, lo termina devolviendo todo. No sabemos cuándo, pero nos acercamos a la orilla cada vez que podemos para esperar el milagro. Un abrazo.
2 comentarios:
Los golpes de mar, y he tenido la suerte de ver muchos atardeces a lo largo de todo el Mediterráneo "De Algeciras a Estambul, para que pintes de azul, sus largas noches de ivierno", te modifican, es cierto. Un beso en su orilla es otro tipo de beso. Cada golpe, cada ola rota en la orilla, se han llevado algo de mí, pero también me han añadido partes nuevas con las que estoy más que feliz.
Completamente de acuerdo contigo: el mar nos da tanto como nos quita. Lo bueno es que al final, como dicen los pescadores, lo termina devolviendo todo. No sabemos cuándo, pero nos acercamos a la orilla cada vez que podemos para esperar el milagro. Un abrazo.
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