21 de agosto de 2009

Aledaños

También es en los aledaños de los grandes puertos donde acaban varando casi todos los derrotados y los borrachos que expulsa la ciudad de sus grandes avenidas.

2 comentarios:

Treinta Abriles dijo...

Como no se me ocurre nada, simplemente te diré que, cada vez que paso por el Retiro, y veo al señor vestido de Micky Mouse recuerdo tu libro de: El Parque.

La verdad es que me da mucha pena. Eso si es esforzarse por trabajar, al sol de los cuarenta grados que estamos sufriendo y con ese traje tan tapadito.

Aunque suene extraño, lo único que se me ocurre es rezar porque tenga un próspero dia.

Alguna vez, le he visto relevarse de su puesto con otro personaje de Disney, mientras se tiraba al suelo, tras el seto, echándose agua por encima de la cabeza sin la parte de arriba del traje. Supongo que, no le parece ético hacerlo delante de los niños que acaban de hacerse una foto con él y por eso se esconde.

Editor dijo...

Se merecen toda nuestra admiración, Bea. En lugar de dejarse caer, o acabar en los olvidos de los puertos, se disfrazan para trabajar cerca de los sueños de la infancia. Un abrazo.