19 de agosto de 2009

Consuelos

Lo único bueno de la muerte es que está llena de caras conocidas.

6 comentarios:

Treinta Abriles dijo...

No tengo muy claro que eso sea tan bueno. Depende de a quién nos refiramos ¿No?

Y... lo más importante ¿Estás seguro de que sabremos reconocernos sin la corpórea máscara que nos acompañaba? ¿Sabremos reconocer el alma desnuda de cada persona?

Eduardi dijo...

Creo que sé por dónde vas: caras y también hocicos, en el buen sentido de la palabra. Buen aforismo.

Editor dijo...

Como le he escrito a un amigo hace un rato por el Facebook, esas son cosas del otro, Bea, del que escribe. Yo hace tiempo que milito en el agnosticismo. No creo en caras, ni en almas ni en nada que se le parezca, por lo menos de momento.
Querido Eduardo, tienes toda la razón con tu corazonada: cuando escribí eso estaba pensando más en un hocico que echaba mucho de menos que en una cara. Buenas vacaciones blogueras.

Un abrazo, a los dos.

Treinta Abriles dijo...

¡Ah! Que te alegras de perder de vista a alguno...

¡Menudo pájaro me estás hecho! ;-)

Anónimo dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=vszatnOfUgs.
CARPE DIEM


"No te preguntes más por el futuro

Y apunta en tu haber, mozo, cada día

Que te dé Fortuna y las danzas

y amores dulces aun no desprecies

mientras en tu vigor no haya morosas canas.

Ahora buscar debes el Campo

Y las plazas y la nocturna

cita en que se oigan suaves susurros"

HORACIO.

Editor dijo...

Siempre estará bien dejar de ver alguna cara, pero para eso preferiría cambiar de continente o de ciudad. No vale la pena morir por quitarte a los malandrines de encima.
*
Siempre Horacio y su carpe diem, y siempre, siempre, José Hierro. Sus poemas, entre ellos este poema, va en mi Ipod a todas partes. Gracias por esos recuerdos tan necesarios.