8 de octubre de 2009

Caribe

Y cuánto hay de Caribe en cada uno de nosotros. Cuánto de facundia, de manigua y de guajiro. Todas aquellas historias que nos contaron de niños, los nombres sonoros y mil veces evocados por nuestras abuelas: Matanzas, Cienfuegos, Guantánamo, Baracoa, y también todos los sueños y los anhelos de nuestros antepasados. ¿No llevan acaso nuestros cuerpos los mismos tonos que vieron ellos hace muchos años? ¿No nos reencontramos y nos sentimos identificados mirando fijamente este festín de colores vivos y radiantes?

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Y de toda Latinoamérica, compañero del metal, de toda, algo que se intuye allá y te golpea acá. Saludos desde Buenos Aires y, si me permites, coloco un enlace a tu blog en el mío: http://elzumbidodelmosquito.wordpress.com
Hasta pronto, espero, cuídate, y nos vemos en los bares!!!

Editor dijo...

Querido Armando, es un lujo saber de ti y de tus aventuras. Sigo tu ruta americana por Facebook. Me ha encantado tu blog, y sobre la marcha lo he añadido a mis recomendados. Qué envidia Buenos Aires. Es una de mis ciudades pendientes. Esa demora tiene que ver con la forma de visitarla. Quisiera vivir en ella al menos un par de meses: no quiero ir a hacerme un par de fotos o a ver gente bailando tangos. Iría como estás tú ahora, adentrándome en su cultura, en sus bares y en sus cafés literarios. Bueno, ya nos reencontramos también por aquí. Un fuerte abrazo

Treinta Abriles dijo...

¡Y cuanto tienen los caribeños de España! ¡Cuantas sorpresas nos hemos llevado con nuestra pequeña página, de nuestra pequeña asociación, de nuestro pequeño pueblo. Visitantes descendientes de la misma tierra castellana, que tenían curiosidad por conocer aquello de lo que sus padres, abuelos... tantas veces les hablaron.

Editor dijo...

El Caribe, Bea, y sobre todo Cuba, está emparentado con buena parte de nosotros. Fueron muchos años una tierra de salida y de esperanza. Un abrazo