9 de octubre de 2009

Distancias

No debes alejarte del mar. Y si lo haces deberías imaginarlo un rato cada día o provocar que se cuele en tus sueños para revivirlo más intensamente. Está en juego tu mirada. No hay brillo que perdure en los ojos si no se renueva de vez en cuando en la transparencia de los azules marinos.

2 comentarios:

Treinta Abriles dijo...

Pero el mar se evoca de muchas formas. No sólamente cuando sueñas con una inmensidad azul.

Editor dijo...

El mar lo lleva cada uno metido en su propia cabeza para que las mareas puedan silenciar la mediocridad que está todo el rato tratando de colarse en nuestras vidas.