24 de octubre de 2009

El atasco

Incluso este atasco mañanero tiene su razón de ser. Fíjate en el arrebol del amanecer que envuelve todo el horizonte hacia el este. De haber circulado a ciento veinte kilómetros por hora jamás lo hubieras visto.

1 comentario:

Treinta Abriles dijo...

Buena reflexion.
Muchas veces me repito: "No hay fracción de tiempo tan pequeña, que no pueda ser aprechada"