28 de noviembre de 2009

Lealtades


La infancia no se aleja nunca de la playa. Da lo mismo que ya tú no regreses.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

La infancia siempre prmanece en nosotros.

"El mar no se aleja"...

Cuando baja la marea siempre se nos ve.

http://www.youtube.com/watch?v=IxipxTPDeG8

Editor dijo...

La marea acaba sacando siempre todo lo que llevamos dentro. Bella canción. Un abrazo.

Jonás dijo...

Pese a ser ya grandito - y cada vez más, esto de los años es un no parar - todavía, cada vez que voy a la playa, me gusta sentarme en la orilla a hacer edificaciones de arena: castillos, casas... como he hecho desde niño. Es una tentación que me resulta imposible de resistir, aunque la gente que camina por la orilla se me quede mirando o la gente con la que voy me diga que ya estoy mayorcito para eso. Mejor si me acompaña algún niño, así disimulo y parece que le estoy cuidando. Pero no, se trata de un reencuentro con la infancia.

Me gusta mucho esta reflexión. Saludos.

Editor dijo...

Hola Jonás, comparto esa tentación por las creaciones efímeras a la orilla del mar. Otra cosa: presento novela el próximo jueves, 10 de diciembre, a las 20:00 horas en Madrid, en Los diablos azules (C/ Apodaca, 6). Espero verte por allí. Un fuerte abrazo.

Jonás dijo...

Qué grata sorpresa Santi. Primero dar con tu blog y poder disfrutar de tus escritos. Y ahora enterarme de que también eres escritor y que publicarás una novela. Y qué alegría!

A la presentación no puedo ir, puesto que vivo en Barcelona desde hace unos meses, pero te prometo que seguiré de cerca tu novela y que, por supuesto, en cuato la tenga la leeré. Porque si ya da gusto leerte por aquí, estoy convencido de que eres un gran escritor y que emocionarás.

Sabes, antes de venirme empecé un proyecto de novela. Ahora lo tengo parado, pero confío en que de aquí a unos años sea una realidad. Ya ves, la literatura impone su orden, y de una forma u otra pone en contacto a los hombres y mujeres sensibles. Un abrazo y que vaya muy muy bien tu libro ;)

Editor dijo...

Hola Jonás, te había confundido con un amigo escritor y periodista que vive en Madrid. Aquí tienes tu casa. Un abrazo, Santiago.