Venía caminando tranquilamente por la calle cuando se le acercó una sombra propia del pasado y le pidió fuego. Él hacía veinte años que había dejado de fumar.
Seguro que sí, Amaranta, y si no se le colaría en los sueños y le daría fuego para que volviese a caer en la tentación del humo que también forma parte de la propia sombra.
2 comentarios:
Lo que somos no es más que un mosaico de lo que hemos sido. Seguro que después de 40 años sin fumar, su propia sombra le pedirá un pitillo.
Seguro que sí, Amaranta, y si no se le colaría en los sueños y le daría fuego para que volviese a caer en la tentación del humo que también forma parte de la propia sombra.
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