29 de enero de 2010

Destinos

Sólo nos queda amar intensamente para compensar el olvido y el silencio que se espera luego de nosotros.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Y que cuando nos vallamos,no caiga una lagrima por nosotros...
Solo memoria y sueños para recordar el olor a mar ,a sal.

Anónimo dijo...

intentar levantar el esspirítu nostálgico de querer estar contigo y nunca
estarlo...

La mejor canción del mundo el mejor poeta.
http://www.youtube.com/watch?v=L7OjAm6---c

Editor dijo...

Ese olor a mar, como escribes, sí creo que se acabará confundiendo con la eternidad, y que de alguna manera nosotros también nos quedaremos en él.
*
Magnífica canción.

Meiga dijo...

Si todo termina (como creo) el olvido forma parte del amor, que tal vez no acaba pero antes o después se convierte en otras variedades sentimentales. Visto así no suena muy romántico pero tal vez dé menos dolor y genere menos silencios. A mí me cuesta estar callada, y espero se me entienda la metáfora...

Echaba de menos tus palabras (ando un poco a mil) y me asomé para confirmar que siguen siendo sabias.

Un abrazo desde la Luna.

Editor dijo...

Siempre es un placer encontrarte por aquí. Yo también ando a mil y sin poder dedicarle al blog todo el tiempo que querría. Me gusta lo de las otras variedades sentimentales. Un fuerte abrazo

Anónimo dijo...

... Es verdad que a veces uno teme que el silencio hable para darnos las respuestas
a los por qué.

Anónimo dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=w8BnbJNP_CIDeambule por bares y tugurios sin saber bien que me hacia andar febrilmente por aquella devoradora ola orgiástica.
En algún momento decidí que tenia que estar cerca del mar, tenia que oler a mar, saborear el tan añorado gusto a yodo azulado,
Me dirigí como siempre que quería pensar a ese rincón de la puntilla desde el cual podía observar toda la isla para poder estar frente al tan querido mar... Me acurrucaba en un hueco donde el mar sé hacia roca, miraba el horizonte, abstraida me dejaba ir...

Editor dijo...

El mar es inevitablemente nuestro destino, sobre todo cuando se nos cierran todas las salidad tierra adentro. Un abrazo

Editor dijo...

Pero no nos queda que escucharnos en el silencio si queremos seguir creciendo. Las respuestas son a veces dolorosas, pero siempre necesarias. Un abrazo