27 de marzo de 2010

El amanuense

Pero luego hay que sobrevivir.
Al paso de los años y de las fiestas,
de los enamoramientos, de la universidad,
de todos esos viajes iniciáticos,
y también tras haber vislumbrado los paraísos.
Al final acabas madrugando,
y generalmente trabajando en algo que no te dignifica,
o que le roba casi todo el tiempo a los sueños.
Una casa que pagar, un coche, las vacaciones a plazos,
poco a poco te aburguesas y engordas,
y te vas convirtiendo en uno más, en uno de ellos.
No recordarás el esplendor de la juventud,
ni las muchas ambiciones vitalistas que preconizabas.
Para ellos eres Rodríguez, o Pérez, o García.
Y te pagarán cada mes, y tendrás extras prorrateadas,
y unos hijos que sueñen nuevamente con la gloria.
“Escríbeme un saluda, Pérez”.
Y escribirás un saluda, y un informe, y un discurso,
y hasta un pregón para las fiestas.
Es para lo único que te han servido tus años de poeta.

3 comentarios:

Belkys dijo...

Nostálgico, pero tan terriblemente cierto.Me han venido a la cabeza "los hombres grises", del extraordinario "Momo", de Michael Ende(si la memoria no me falla)¡Enhorabuena! Un saludo

Riforfo Rex dijo...

Ser poeta es una condición interior. No es poeta quien cree que al final "la poesía no le ha servido para nada". Es poeta el que sigue siendo poeta a pesar de la hipoteca, el coche, la grasa en la barriga, las vacaciones en el apartamento del sur. El otro, el que cree que para ser poeta hay que rechazar todo eso, no es más que un aventurero. Esos que creen que sólo en la conquista está el mérito y no en la colonización.

Editor dijo...

Efectivamente, Belkys, aquellos hombres de Ende se fumaban el tiempo, que es lo mismo que decir que se fumaban la vida, que no deja de ser humo en la memoria.
*
Querido Riforfo Rex, no confundas un poema con un programa electoral. Yo escribo, él escribe y nosotros escribimos, y luego los que leen se adueñan de las palabras. Me parece muy lícita tu opinión, faltaría más, pero esto no es más que ficción ( tú y yo también somos ficciones): no confundas al yo poético con el que escribe este blog. Cada cual concibe la vida y sus poemas a su manera. Claro que casi nadie ha vivido de la poesía, pero no es por ahí por donde iba el poema. No te tomes las cosas tan a la tremenda: esto no deja de ser más que un juego, como la vida y como la propia la poesía. Me dejas perplejo con eso del mérito y la colonización. Puestos a elegir prefiero ser siempre un aventurero.