9 de marzo de 2010

Resonancias

El mar suena siempre a música mezclada con algas.

5 comentarios:

Gaviota dijo...

Sin el mar, aunque tuviera algas, ya no sabía vivir.
"Cerró los ojos dispuesta a dejarse inundar por el calor del sol en su cuerpo y el rumor del mar en su alma".

Editor dijo...

Yo también apuesto por esa oscuridad sonora delante de la orilla, debajo del cielo. Un abrazo.

Anónimo dijo...

La carrera del mar sobre mi puerta
es sensación azul entre mis dedos,
y tu salto impetuoso por mi espíritu
es no menos azul, me nace eterno.

Todo el color de aurora despertada
el mar y tú lo nadan a mi encuentro,
y en locura de amarme hasta el naufragio
van rompiendo los puertos y los remos.

¡Si tuviera yo un barco de gaviotas,
para sólo un instante detenerlos,
y gritarle mi voz a que se batan
en un sencillo duelo de misterio!

Que uno en el otro encuentren su voz propia,
que entrelacen sus sueños en el viento,
que se ciñan estrellas en los ojos
para que den, unidos, sus destellos.

Que sea un duelo de música en el aire
las magnolias abiertas de sus besos,
que las olas se vistan de pasiones
y la pasión se vista de veleros.

Todo el color de aurora despertada
el mar y tú lo estiren en un sueño
que se lleve mi barco de gaviotas
y me deje en el agua de dos cielos.

Julia de Burgos

http://www.youtube.com/watch?v=7CdZlQsBUII

Gaviota dijo...

El mar y tú (¡qué descubrimiento!):
La magia que nos envuelve desencadena estos juegos de palabras.
¿Existen las casualidades?
¿Vivir es dejarse llevar?
Siempre nos quedará el mundo de los sueños para encontrarnos en él.

Editor dijo...

Magnífico poema y mejor canción.
*
Claro que existen las casualidades, gaviota, si no estaríamos por aquí. Y nadie te dice que esto no sea realmente un sueño. Un abrazo