Carmen Laforet

En la vida y en la literatura se puede fracasar triunfando. Carmen Laforet ganó el premio Nadal con la novela Nada cuando tenía veinticuatro años y luego toda su vida fue una constante huida de la palabra escrita. Eran otros tiempos y otras condiciones sociales las que sufría la mujer. Vio coartada su creatividad, tuvo numerosos hijos y nunca fue aceptada por el cogollito literario de la época. La consecuencia fue una vida en busca de imposibles.

De Anna Caballé ya había leído en su momento la magnífica y siempre recomendable biografía de Francisco Umbral, y de nuevo en este libro, esta vez acompañada por Israel Rolón, logra armar un libro muy bien escrito, correctamente estructurado y con un acercamiento partiendo de datos, testimonios y de los propios textos de Laforet. La historia de la escritora es ciertamente triste y desoladora, lo mismo que otras historias que aparecen en el libro como la de Ramón J. Sender o la de Elena Fortún. No sé qué hubiera sido de cualquiera de nosotros de haber estado en la piel de Carmen Laforet en aquellos años duros de la postguerra y con una situación familiar en donde el cariño y la ternura se iban alejando siempre de su camino, tanto cuando era adolescente como en los años posteriores. Creo que este libro, además de ser un acercamiento necesario a Laforet, también nos aproxima a la realidad cultural y social del franquismo desde la visión de alguien que sólo pretendía gozar de una vida plena que nunca se pudo acomodar a los escenarios existentes. Uno acaba queriendo y entendiendo a Carmen Laforet cuando lee este libro. Nunca sabremos qué hubiéramos hecho nosotros de haber vivido lo que vivió ella. Laforet, por suerte, quedó prodigiosamente escrita para siempre en Nada y en otros textos que se acaban confundiendo siempre con su propia biografía.

Carmen Laforet, una mujer en fuga
Anna Caballé e Israel Rolón
RBA Editores. 515 páginas. 32 euros