10 de diciembre de 2010

Un folio

Sería conveniente ajustar nuestra existencia al tamaño de un folio: fecha de
nacimiento, recuerdo de un gran amor, un par de momentos inolvidables, ciudades que marcaron nuestra vida y un final más o menos feliz.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

No voy a dejar de hablarle sólo porque no me esté escuchando. Me gusta escucharme a mí mismo. Es uno de mis mayores placeres. A menudo mantengo largas conversaciones conmigo mismo, y soy tan inteligente que a veces no entiendo ni una palabra de lo que digo.

http://www.youtube.com/watch?v=iz3KTuPOkYU


Feliz Navidad Maestro

Editor dijo...

Quien habla solo espera hablar a Dios un día (A. Machado). Precioso vídeo. Un abrazo

Jaime dijo...

Un folio solo se me antoja muy pequeño para una existencia completa. Habría que rellenar los márgenes con notas y dibujos y títulos de canciones y versos sueltos de un día. Y tachar, y remarcar, y subrayar pasajes. Y dejar como recuerdo alguna lágrima furtiva y una gota del helado favorito. Y alguna que otra dedicatoria con otra caligrafía ajena, tal vez ilegible.

Y acabar escribiendo con la letra comprimida en los rincones blancos, para ahondar en algún recuerdo imprevisto.

O no...

Jaime dijo...

Ah.

Hola, Chago y family.

Y seguidores.

Un abrazo.

Editor dijo...

Estoy de acuerdo contigo, Jaime, pero era por ponerle medida, aunque ni siquiera la vida, por muy larga que sea, nos da para todo lo que quisiéramos hacer. Un abrazo