23 de septiembre de 2012

Nadine


Nadine era una extranjera hermosa en mi pueblo de verano.
Los niños la mirábamos asombrado cuando nos sonreía
y los mayores nos decían que era hippy,
por eso desde entonces me caen tan bien los hippies,
los identifico con la sonrisa y con ojos azules y estivales.
Pero Nadine con los años ya solo es una tormenta tropical
que todos temen y que van prediciendo los meteorólogos.
Aquella rubia sensual no volvió a visitarnos ningún otro verano.
El otoño también llega anunciando tormentas del alma.

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