24 de noviembre de 2012

Caleidoscopio


No sabes nunca dónde te terminará aguardando la belleza,
en qué colores acabarás posando tu mejor mirada,
o sobre qué aguas reconocerás el reflejo sutil de tu felicidad.
Hay un cauce de soles que alfombrea todas las orillas,
piedras apiladas por los siglos, sombras de ojos pasajeros,
ríos de otras vidas que también naufragaron en las mismas riberas.
Solo quedan los reflejos que van dejando nuestras emociones,
el amor que a veces ilumina caminos en medio de la nada,
un vuelo de color como el polvo caleidoscópico de las mariposas,
el agua que escucharán los que sigan viniendo a colorear el tiempo.











1 comentario:

Malena Millares dijo...

Colores, imágenes, ritmo. Mucha energía en esta entrada de los dos.

Les admiro y les quiero.

Un abrazo