15 de diciembre de 2012

A salvo

La vida transcurre entre dos versos que nunca sabes cuando escribes,
por eso no caben los tiempos muertos en medio de un poema.
Has de trazar cada palabra como si fuera siempre la última palabra,
y así has de colocar también cada punto y seguido en el camino,
cada coma, cada duda, y todos los borrones que luego desaparecen.
Si te escribes es para buscarte mucho más allá de ti mismo,
para saber que el abismo es insondable y que está en ti,
y que si respiras y aún sigues escribiendo permaneces a salvo.

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