5 de febrero de 2013

Siroco


También el cielo se reconoce nostálgico
cuando la arena lo va envolviendo de desierto.
No solo las brumas acercan  los otoños.
El siroco es un aire de silencio,
un claroscuro que nubla las miradas
y que termina trastornando las estaciones.
A veces vislumbramos oasis,
edénicos horizontes en medio de la nada.

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