12 de febrero de 2013

Sombra de agua


No te adelantes a ninguna de las mareas,
nadie sabe lo que mañana aparecerá en la costa.
A veces el océano llega arrastrando milagros
que se esconden entre las sebas y la arena.
No solo devuelve trasmallos inservibles,
maderas carcomidas o despanzurradas garrafas.
Los proteicos charcos que improvisa la bajamar
son los únicos espejos veraces en los que mirarte.
Tú también eres una inasible sombra de las aguas.

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