12 de marzo de 2013

Escondites


Hubo días en que solo te pudieron salvar las palabras.
Por eso no pierdes el tiempo en teorías literarias,
ni diseccionas los textos como si fueran cadáveres.
Escribes para salvarte,  para volver a aquel escondite
en el que cuando eras niño, y nadie conseguía encontrarte,
soñabas que podías quedarte para siempre a salvo del colegio

No hay comentarios: