24 de marzo de 2013

Huellas


Vale una fotografía, un recuerdo o una caricia,
te agarras a los maderos de tus propias contenturas
o te terminas encomendando a todos tus muertos.
Siempre quieres viajar lejos
sin saber que nunca se sale de ninguna parte.
Uno lleva su ciudad consigo donde quiera que vaya.
Mejor arréglate las plazas y las calles,
coloca flores en todos los jarrones, airea los teatros,
y deja que la lluvia borre todas las huellas con sus charcos.



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