1 de mayo de 2013

Tinta marina


Te queda la tranquilidad de que el mar navega en alguna parte
y de que resuenan las olas mucho más allá de tu presencia.
Te basta con cerrar los ojos para sentir que jamás estás solo
porque te acompaña el rumor de todas las playas que habitaste.
Jamás te alejas de las mareas que adormecieron tu infancia,
ni de ninguna de las orillas que reconocen tus ojos más navegantes.
Llevas contigo el olor y el estruendo de todos los arrastres,
da lo mismo la ciudad o la distancia, incluso importa poco tu olvido:
quien es de mar siempre moja sus palabras en el fondo de los charcos.

No hay comentarios: