solo quedan retratos lejanos en el confuso extravío de la memoria,
museos que recorremos con los ojos cerrados para no extraviarnos.
La vida es una sucesión de cuadros que amarillea nuestra mirada,
lienzos dispersos por todos los rincones de todas nuestras casas.
Cuando los tocas acabas acariciando la textura de tu propia alma.
2 comentarios:
Hola, Santiago!!!...no dejo de leerte, amigo...es todo un privilegio apreciar parte de tu obra y talento a través de las palabras que aquí compartes.
Un abrazo!!! ;)
Hola Ignacio, yo también tengo la suerte de asomarme a esa mirada que nos regalas cuando te asomas a la vida a través de tu cámara. Un gran abrazo
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