26 de junio de 2013

Otros pecios

Casi siempre es el hastío el que nos aleja del verso.
La mitad de las veces soñamos lo que no escribimos,
o trazamos renglones que no entendemos,
versos emborronados o visionarios,
como dictados por otros, apócrifos, necesarios.
Me quedo con esos poemas que luego nunca recuerdo.
Éstos son sólo los restos, maderos a la deriva,
fósiles que ya en su día palpitaron.
Yo siempre me quedaré con la derrota de los pecios,
con todos esos barcos hundidos con palabras olvidadas.

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