Para ellos no eres más que una mujer que cruza la calle.
Ellos para ti solo son peatones pensativos camino del trabajo.
Llevas años encontrándotelos en el mismo semáforo,
a veces más tristes, a veces más preocupados.
No sabes nada de sus vidas al margen de esos segundos diarios.
Ellos tampoco saben que te has quedado sola,
y que hoy solo te apetecería marcharte lejos,
donde no te conocieran ni siquiera los peatones ocasionales,
para empezar de nuevo como cuando empezaste, hace ya tantos años,
a recorrer diariamente estas mismas calles junto a esos mismos árboles.
Entonces sí recuerdas que eras una mujer enamorada,
recién mudada a esta ciudad de la que ahora quisieras salir cuanto antes.
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