El océano tampoco guardará memoria de nosotros.
Nadie vino aquí para ser eterno,
solo vamos dejando estelas, pequeños destellos,
temblores, caricias, apasionados besos,
miradas que a veces nos reconocen más allá del tiempo.
Cada amante solo trata de desentrañar su propio misterio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario