Te soñé mucho tiempo antes,
tu sonrisa, la sombra de tus manos,
pisaba sin rumbo por las calles,
lo saben las aceras y las madrugadas,
pero yo ya te había soñado
mucho antes de que tú llegaras,
estaba seguro entre tus abrazos,
en esa quimera de presentimientos
que siempre nos termina salvando.
Y da lo mismo el tiempo,
todos esos años, la extraña suerte,
lo que haya tardado en encontrarte.
1 comentario:
Me gusta. Es bello.
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