22 de marzo de 2014

Coartadas

Busca coartadas a todas horas. No le basta con pellizcarse para saber que está existiendo. Está empeñado en que solo sobreviven los que saben defenderse a tiempo. Dice que recuerda que cuando era espermatozoide se salvó porque fue el único que contó con un plan para ser el primero. A veces uno no sabe si creerle. Lo único que me consuela es que no me tocara estar junto a él en aquella alocada carrera en la que todos buscábamos la misma salida para poder protagonizar un sueño. Nunca tengo coartadas. O si las tengo, jamás las recuerdo cuando despierto.

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