15 de abril de 2014
El paseo por el parque
Le recordó que le había prometido un paseo por el parque. Hasta ese día había podido engañarle. Ahora ya empezaba a tener noción del tiempo. Antes las semanas y los días le parecían una misma cosa, y no entendía el paso de las horas por los relojes ni por las pantallas digitales. Tenía cuatro años y él no lo veía desde que había cumplido tres meses. Le daba lo mismo que la acusación fuera falsa y que todo hubiese sido una encerrona. Le quedaban tres años para la condicional. Demasiado tiempo para hacer esperar a quien está descubriendo que todo pasa volando. La promesa del paseo por el parque había sido una añagaza infalible para la espera. Hasta ahora había podido estar lejos.
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