Salto al vacío

Hay cortinas que nos separan del mundo,
miedos inculcados desde la cuna,
temores a lo que nunca termina sucediendo,
pasos que se quedan en lamentables intentos,
todas esas maguas que nos apartan del camino,
los qué dirán que tantas veces nos terminan paralizando.

Cuesta regresar a lo sencillo,
o dejarse arrastrar por la marea sabia de los días.
No solo es la tristeza la que aploma nuestros vuelos.
También las dudas nos alejan poco a poco de la orilla.
El próximo segundo siempre ha de ser un salto al vacío.
En lo que colocas la red habrás perdido tu tiempo.
Y ya sabemos que no todas las caídas acaban quebrando el alma.