16 de agosto de 2013

Calmas

El sosiego de quien ya no teme nada,
la inalterable mansedumbre de las aguas,
la respiración acompasada del tiempo,
la sonrisa que clarea el espejo cada mañana,
unos ojos en los que mirarte fijamente,
la caricia que va curando todo tu pasado,
ese aire que pasa y que mueve las hojas de la calle.
El mundo visto desde muy lejos
para no perder jamás la calma.
Las dunas que cambian en silencio los paisajes.

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