19 de agosto de 2012

Cicatrices


Llora todo lo que tengas que llorar,
que la sal de tus lágrimas cicatrice tus heridas.
Lo que no llores ahora te terminará pesando en el alma,
o te volverá un hombre triste más adelante.
No tienes que dejar de mirar esa fotografía,
ni de recordar el momento en que la sacaron,
las risas, los abrazos, los prolegómenos del deseo,
una comida frente al mar, el hoyuelo de su mejilla,
los dos recién salidos del agua, renovados,
infinitamente alegres, luminosos,
deja que las lágrimas reaviven el salitre de aquel día.
Esa sal es curativa cuando cae por tus mejillas.
Si no lloraras, esos instantes también los borraría el tiempo.


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