23 de agosto de 2013

Desorientaciones

Buscaba sus propias huellas para poder regresar; pero cada noche se iba alejando un poco más de sí mismo. El sueño borraba el rastro de casi todos los caminos de vuelta. En el asfalto ni siquiera perduraba el paso de su sombra. Solo cuando admitió que su destino era vivir eternamente desorientado empezó a encontrar algunos nortes a los que dirigir sus pasos.

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