Una señora mayor camina a primera hora de la mañana por el Parque Santa Catalina. Tira de un perro triste y empuja una silla de ruedas vacía. En la silla saca a pasear su soledad.
1 comentario:
Belkys
dijo...
O tal vez la soledad colectiva. Sólo la silla lo sabe.
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O tal vez la soledad colectiva. Sólo la silla lo sabe.
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