7 de mayo de 2014

El ruido de fondo

No hay ninguna máquina que se pare de repente. Todas avisan antes de volver al silencio. Ahora mismo escucho el rumor casi marino del ordenador mientras escribo. A veces tengo la sensación de que trazo las palabras en medio del océano y de que todo se lo está llevando la marea. Si escuchas un momento descubrirás que los ordenadores suenan como esas caracolas que llevan el sonido de las olas a todas partes. Cuando lo apagas parece como si te alejaras de repente de una orilla en la que nunca deja de golpear el océano contra las rocas.

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